La fotofobia es una condición en la que los ojos son extremadamente sensibles a la luz. Puede ser causada por diversas afecciones oculares, como la conjuntivitis, el ojo seco, el síndrome de ojo seco, la migraña y la inflamación ocular. Los síntomas de la fotofobia incluyen molestia ocular, dolor de cabeza, fatiga ocular y visión borrosa o doble.
Para tratar la fotofobia, es importante buscar atención médica y tratar la causa subyacente. Se pueden usar gafas de sol con lentes polarizadas para reducir la cantidad de luz que ingresa al ojo. Además, es importante descansar los ojos, evitar el brillo excesivo de las pantallas de computadoras y televisores, y tomar descansos frecuentes durante el trabajo visual.
Pero, si todo lo demás falla, siempre puedes hacer una broma sobre convertirte en un vampiro y evitar la luz del sol a toda costa.