Las alergias oculares son una respuesta del sistema inmunológico a sustancias extrañas, como el polen, el pelo de los animales, el polvo o ciertos productos químicos. Cuando estas sustancias ingresan en los ojos, el sistema inmunológico produce histamina y otras sustancias químicas que pueden provocar picazón, enrojecimiento, inflamación y secreción ocular.
Si sufres de alergias oculares, hay varias medidas que puedes tomar para controlar los síntomas. Los antihistamínicos orales, los colirios antialérgicos y las compresas frías pueden ayudar a aliviar la picazón y la inflamación. Además, es importante evitar los alérgenos conocidos, como el polen, el polvo o el pelo de los animales, y mantener los ojos limpios y libres de irritantes.
Pero, si todo lo demás falla, siempre puedes hacer una broma sobre usar gafas de sol en el interior o usar un antifaz para dormir durante todo el día para proteger tus ojos de los alérgenos.